Fue maestra de música en el colegio de Palmarito y directora de la escuela musical de la comunidad. Además de ser soprano, toca guitarra, violín y flauta traversa.
Durante más de 10 años, Adelina Anori fue maestra de música en el colegio de Palmarito, comunidad de la provincia Cordillera en la que también se desempeñó como directora de su escuela musical.
Oriunda de Urubichá, heredó el talento de su padre, de quien aprendió a tocar la guitarra. Después vendría su formación en violín, flauta traversa y, además, en canto; tiene voz de contralto y en su trabajo de profesora también hace de soprano y otras tonalidades.
Su currículum la llevó a obtener la rectoría del Instituto de Formación Artística “Coro y Orquesta Urubichá”. “No tenía en mente este cargo; siempre pensé en volver a mi pueblo para trabajar con mi gente”, expresó. “Para mí es un gran reto; una responsabilidad que debo llevar adelante. Es un cambio total para mí”.
Y pese a lo reciente del puesto, ya tiene un proyecto; lo ha coordinado con la ayuda de sus colegas con el propósito de hacerlo efectivo. Su objetivo es que el instituto crezca profesionalmente y piensa lograrlo preparando más a los maestros con profesores especializados de otros lugares y países; con esto también conseguiría optimizar la formación de los estudiantes al punto de tener un conservatorio.
Actualmente, el centro de formación cuenta con 150 inscritos y 32 maestros de música y artesanía. Los estudiantes se gradúan como Técnico Medio; el grupo que consigue la titulación cada año ronda la treintena y la mayoría se dedica a la docencia en Santa Cruz de la Sierra y en provincias. Se tiene el caso de algunos que incluso son profesores en el interior del país.
Al Instituto de Formación Artística “Coro y Orquesta Urubichá” llegan estudiantes de varios puntos del departamento, incluso hay quienes se forman a distancia. “La puerta está abierta para quienes deseen formarse en nuestras carreras. Gradualmente pensamos ampliar los cursos para la ejecución de instrumentos”, dijo.
Adelina Nori aseguró que con la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC) ha ganado experiencia: “He sido parte del Festival Internacional de Música Misiones de Chiquitos y desde 1996 he trabajo con el padre Piotr (Nawrot) y con el directorio formando y presentando música. También he sido parte del coro Arakaendar, al que le puse el nombre (significa “anciano” en guarayo)”. Agradecida con la institución, presidida actualmente por Percy Áñez Castedo, la maestra está convencida de que contará con su apoyo en su nueva función.
“A través de APAC he crecido como profesional”